miércoles, 9 de septiembre de 2009


Solamente el podía hacer aparecer como por arte de magia una sonrisa en mi rostro.
Sus palabras eran como destellos que reflejaban lo que me hacia sentir en mis ojos.
Porque me dejaba muda con tan solo mirarme, simplemente porque el solo podía hacerme sentir así.
¿Cómo? Eso si que es imposible de explicar.
Él hacia dulce la palabra más macabra, solo porque salía de sus labios.
Solamente él podía protegerme del huracán más violento y de las más fuertes tormentas.
En sus brazos podía sentir un calor que me calmaba en el invierno mas frío de todos.
Él era dulce como la miel, pero sin llegar a empalagarme nunca.
Él era todo lo que siempre quise y nunca había podido tener hasta ese momento;
Era un modelo exacto de lo que para mi definía la perfección; Tal y como si alguien se hubiera metido en mi mente y lo hubiera trasladado al mundo terrenal.
Al lado suyo me sentía por encima de todos, y desde arriba veía a la gente muy pequeña; tanto que ni siquiera podía escuchar lo que me decían los demás.

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